El violinista del cementerio

Escribí este cuento por encargo de mi editor, junto con El cáliz de sangre hace ya un año. Recuerdo que me hallaba en el metro, de regreso de la oficina. El vagón estaba abarrotado, me encontraba agotada tras una larga jornada de trabajo y, para aislarme de la humanidad que me rodeaba, decidí escuchar algo…

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